EL OTRO JORDAN
Por su tronco alargado, extremidades cortas y cabeza grande, John Jordan es lo que la ciencia médica denomina un "enano acondroplásico". Lo único que me impide llamarlo así es que mide 2.95 metros, cifra que lo convierte en el jugador más alto no sólo de su equipo, el “Toronto Cold”, sino de toda la National Basketball Association (NBA).
“No se preocupe. Todos ponen esa misma expresión la primera vez que me ven en persona”, me dijo cuando llegué a su casa para entrevistarlo en ocasión de su cumpleaños 23, el 5 de agosto de 2062, y no pude ocultar una tonta cara de asombro ante su estrafalaria figura.
La casa de John desconcierta al igual que su propietario. Sus padres –también enanos, ya fallecidos– la adaptaron para facilitarse la vida. Los picaportes, por ejemplo, están colocados a la altura de las rodillas de un humano promedio, las mesas y sillas tienen patas cortas, la meseta de la cocina está a baja altura y un frigobar ocupa el espacio que en otra casa ocuparía un refrigerador de mayor tamaño. Si bien la casa le resulta algo incómoda debido a su actual estatura, John decidió no hacerle ningún cambio ni mudarse a otro hogar. La única concesión a la desmesura es una antigua pantalla plana de 120 pulgadas que ocupa un lugar señero en la sala del inmueble, pues se le dificulta instalar una televisión holográfica en ese espacio. Acaso para compensar su exceso, unos bonsáis rodean la cajonera baja que sirve de base al televisor.
Cuando John tenía quince años sobrevivió a un trágico accidente de coche en el que sus padres perdieron la vida. Apenas medía 70 centímetros, por lo que todavía viajaba detrás en un asiento de bebé. Ello le salvó la vida, pero las fracturas que sufrió en ambas piernas con pérdida de tejido óseo llevaron a los médicos a experimentar con la hormona del crecimiento para acelerar su recuperación. El tratamiento no dio el resultado esperado, sino todo lo contrario.
“Empecé a perder estatura”, recuerda John. "Si eso es preocupante en una persona normal, imagínese en un enano".
Los médicos lograron detener su decrecimiento, pero no revertirlo, por lo que John fue un enano estándar hasta los 16 años cuando un tío suyo, que cultivaba zanahorias gigantes en Illinois, se lo llevó a vivir con él. Los científicos no saben si por pura empatía con las colosales hortalizas, por resultar afectado por los novedosos métodos agrotécnicos de su tío o por seguir al pie de la letra el dicho de “crecer ante las adversidades”, a partir de entonces el huérfano, lesionado y diminuto John empezó a aumentar de tamaño aceleradamente, aunque manteniendo su desproporcionada figura de siempre.
"Los zapatos empezaron a apretarme, la ropa a quedarme entallada, las gorras ni se diga… En apenas seis meses crecí hasta los 1,20 metros y cuando cumplí 16 años ya estaba cerca de los 1,90. Era mucho más alto que mis compañeros del Bachillerato, pero todos seguían refiriéndose a mí como “el enano”, refiere.
Fue a principios del 2055 que un buscador de talento del “Toronto Cold” pasó por la escuela de John y a pesar de las piernas corvas y los brazos cortos se lo llevó a las divisiones menores del equipo. Dos años después, con 2,95 metros de estatura, debutó con el equipo mayor y obtuvo su primer anillo de la NBA.
“No sé si soy bueno para esto del baloncesto", reconoce John. “Yo únicamente me coloco bajo el aro [que sin saltar alcanza con sus manos], me pasan la pelota y la encesto. No soy un pívot espectacular pero lo que hago no contraviene ninguna regla de la NBA”.
Con un promedio de 40 canastas por partido en la temporada de su debut, John Jordan fue elegido “novato del año”. Su apellido, y el hecho fortuito de portar el dorsal 23 en su uniforme, hicieron inevitable que la prensa deportiva lo empezara a llamar “el otro Jordan” (en alusión al mítico escolta de los Chicago Bulls). Seis campeonatos al hilo después –profetizados, según algunos, en su polidactilia–, en los que también ganó el título de mejor jugador (MVP), lo han convertido en el referente del baloncesto en todo el mundo. Sus playeras, las más vendidas en cualquier deporte, las puede comprar en exclusiva en nuestra tienda; también las del legendario Michael Jordan cuya fama ayudó a preservar.