NUEVO DISCO DE THE BEATLES

Cuando el 8 de diciembre de 1980 los fatídicos disparos de Mark David Chapman acabaron con la vida de John Lennon, el mundo se resignó a la idea de vivir sin The Beatles.

Es por ello comprensible que el lanzamiento en abril de 2050, en exclusiva por Tunefy, la más popular de las plataformas de streaming, del álbum A Name of Woman (Un nombre de mujer) haya provocado entonces una mezcla de sorpresa y estupor entre los seguidores del grupo, para quienes el Let It Be era el colofón de una carrera.

En puridad, A Name of Woman no puede ser considerado un "nuevo" disco de The Beatles, puesto que lo integran temas presentes en otros álbumes del grupo. Pero a diferencia de acetatos como Love Songs (selección de canciones de amor del cuarteto), Rock and Roll Music (suma de rocanroles del repertorio beatle) y otros recopilatorios por el estilo, A Name of Woman, conformado por temas en cuyo título se utiliza un nombre femenino, no se limitó a sumar pistas ya existentes, sino que los four fabs grabaron en los estudios de Abbey Road nuevas versiones de viejos temas; además, tiene el detalle singular de haber sido concebido cuando The Beatles estaban aún en activo y que los cuatro músicos participaron junto a Allen Klein, consejero de Apple Records, en la conformación del mismo.

La idea partió del propio Klein. Nombrado consejero del sello discográfico el 3 de febrero de 1969, un año después su posición no era nada envidiable por las agrias disputas que sostenía con los chicos de Liverpool. Por ello les propuso, quizás para desenrarecer la atmósfera, la realización del A Name of Woman.

Al principio, McCartney –quien en cierta ocasión acusara a Klein de “llevar la Apple a la ruina”– se negó rotundamente. Adujo que con el Let It Be circulando un nuevo disco saturaría el mercado. Luego, en frase que revela su creciente enemistad con Lennon, añadió: “Seremos The Beatles, pero no somos más importantes que Cristo para pretender estar siempre en la cabeza de las personas.”

Afortunadamente, John pasó por alto tan inoportuna observación, pero dijo que le parecía una soberana idiotez la realización de un disco con esas características. Harrison también se opuso y sermoneó con acritud a Klein. Sólo Ringo, el inefable Ringo, no se molestó en increpar a nadie. Con su proverbial buen humor dijo: “Señores, denle una oportunidad a la paz. Cierto que el disco es una tontería; pero nada mejor que una tontería en el Día de los Tontos.”

La frase de Ringo definió la suerte del disco. Sería lanzado durante la celebración del April´s Fools Day  (Día de los Inocentes en los países de habla inglesa, donde se celebra el 1ro de abril). En la cubierta sólo aparecería el nombre del grupo, tal como se reproduce en la playera conmemorativa; en la contracubierta solo los títulos de las canciones. Se adoptó entonces el formato de mini-LD, ya utilizado en el Magical Mistery Tour, para que la broma no les saliera cara a los incautos compradores.

La selección de los temas no resultó fácil. A duras penas se pudo convencer a McCartney de no incluir Martha, my dear, pues aunque en el título hay un nombre de mujer, el mismo está dedicado a la perra de Paul. Se excluyó asimismo, pese a una increíble oposición de Lennon (tal vez para hacer rabiar a McCartney), la canción My Bonnie, por no estar Ringo en el grupo por aquella época. Finalmente, tras agotadora discusión, la placa quedó conformada de este modo: en la cara A, Anna, Michelle, Julia, Eleanor Rigby y Dizzy Miss Lizzie; y en la cara B, Lucy in the Sky with Diamonds, Lovely Rita, Long Tall Sally y, para cerrar, Maggie Mae.

Pese a todo, la placa no llegó a ser puesta a la venta. La agudización de las discrepancias en el seno de The Beatles convirtió en algo superfluo el proyecto. El puntillazo lo dio McCartney cuando actuó judicialmente, hacia marzo de 1970, para impedir la salida del acetato ya listo para la venta.

Sólo 80 años después, en abril de 2050, los herederos de McCartney accederían –por razones que no son del dominio público– a levantar la negativa de comercialización que aún existía sobre el disco, con la única condición de que se divulgara la historia del mismo. Un revival de la "memorabila beatle" fue el corolario inevitable de aquella decisión.

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