REAL ESPANGLISH

En octubre de 2055 viajé a los Estados Unidos, país que en esta fecha contaba una población hispana de 610 millones de personas y un nuevo idioma en ciernes: el "real espanglish", una verdadera fusión del inglés y el español al alcance de todos los estadounidenses, que iba más allá del “llámame para atrás” (call me back) para que te regresaran una llamada telefónica, “cortar la yarda” (cut the yard) si ibas a podar el césped o “vacunear la carpeta” (vacuum the carpet) cuando pedías que te limpiaran la alfombra con una aspiradora.

Muchísimos años antes, el escritor puertorriqueño Salvador Tió Montes de Oca, creador del término “espanglish”, había propuesto el verbo TREEpar para describir la acción de subirse a un árbol (to climb a tree). Con ese mismo sentido (del humor) se estaban creando nuevas palabras que entendían parejamente hispanohablantes y anglófonos de los Estados Unidos de América, como “aBEEja”, que no se necesita dominar dos idiomas para saber a qué insecto himenóptero alude.

Fusiones similares permitían saber que hay que acudir al odontólogo si se tiene problemas en los dienTEETH y que nada mejor para entretenerse y ampliar la cultura que leerse un buen liBrOOK tras haber degustado una deliciosa SOUPa caliente. Asimismo, ello abrió la posibilidad a precisiones semánticas ausentes hoy en día en el inglés y el español, ya que un médico, por ejemplo, sólo necesitaría una palabra para diagnosticar el cansancio producido por el sobrepeso: FATiga, o para catalogar una incómoda herida en el recto por una práctica sexual extrema con el puño: FISTula; y en materia de educación de los hijos se les podría decir desde pequeños que Mickey Mouse es un ratón de caricatura (raTOON), que después del invierno viene la sPRIngMAVERA. O si se les quiere reconvenir por comerse el jamón a escondidas nada como una buena HAMonestación (o JAMONestation si mejor lo prefiere). De igual manera, una compañera de trabajo que nos parezca interesante, sería una COOLega, y si además tiene un trasero fantástico, este sería un verdadero COOLo. Y ya que las malas palabras no pueden faltar en cualquier idioma que se respete, en el real espanglish cabría entonces calificar con el adjetivo BALLiente a un un tío con pelotas, cojonudo, vaya; y para aquel que se dedica a hacer mierda el prestigio de los demás propagando rumores (falsos o verdaderos) el vocablo SHITsmoso le vendría como anillo al dedo.

Las playeras que aquí puede comprar forman parte de la campaña patrocinada en el año 2055 por EL BAZAR DEL TEMPONAUTA para promover el real espanglish.

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